Lo que necesitaba oír hoy

Querida yo,

A veces todavía me sorprende recordar cómo pasó todo. Vivía mi vida con normalidad y, de pronto, esa palabra apareció sin avisar. Cáncer. Entró en mi historia sin permiso y aún estoy aprendiendo a entender qué significa para mí.

Mi cuerpo ha cambiado, mi ánimo también, y hay días en los que no reconozco a la mujer que veo en el espejo. He sentido miedo, mucho. Miedo a perder, a no ser la misma, a no comprender lo que ocurre. También he sentido rabia, porque nadie debería tener que demostrar fortaleza cuando lo único que desea es descansar un poco.

Aun así, dentro de mí queda algo encendido. Una voz suave que me recuerda que no soy solo una paciente. Soy una persona. Estoy debajo de los pañuelos, de las cicatrices, de las noches en las que el sueño no llega. Sigo siendo yo.

He descubierto que la fortaleza no siempre hace ruido. A veces es apenas un susurro que dice: hoy también avanzaste. He visto cómo un gesto, una mano ofrecida o un mensaje pequeño pueden sostenerme incluso en los días más pesados. Y he entendido que mi cuerpo, aunque cambie, sigue siendo mi casa. Mi aliada. La que lucha conmigo.

No sé qué traerá el mañana. Hoy elijo confiar. Confiar en los médicos, en la ciencia, en el tiempo y, sobre todo, en mí. En que esta versión que está naciendo será más auténtica, más compasiva y más fuerte.

Querida yo, no te sueltes. Acepta el miedo, el cansancio y la incertidumbre. Y cuando sientas que no puedes, busca esa luz que llevas dentro. No se apaga.

Y si estos días necesitas un gesto que te recuerde que cuidarte también es parte del camino, aprovecha lo que está disponible ahora. El Black Friday termina el 1 de diciembre, y quizá encuentres algo que te haga sentir un poco más acompañada.

Con cariño,
Yo.